jueves, junio 23, 2005
Hace pocos días leí un post sobre los 30 años del primer email enviado. No pude dejar de recordar mis inicios y mi satisfacción muchos años después de ese evento cuando recibí mi primer mail. Esta cotidianidad de relación del email que tenemos hoy nos hace olvidar los primeros momentos de nuestra experiencia.
Quienes llevamos un tiempo en Internet hemos vivido un fenómeno de crecimiento mutuo, adaptándonos a las posibilidades siempre mutantes de la red.
Desde fines de los años 80 en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, comenzábamos a usar tecnología. Me viene al recuerdo las jornadas con el Mosaic y la primera versión de Netscape. A la vez que nos capacitábamos y con un soporte tecnológico limitado, acorde a la época, y nuestras problemáticas y visión de la red como usuarios, consistían básicamente en hallar la información. Acceder a documentación científica dispersa en las universidades del mundo.
Veronica y gopher eran las herramientas que vía email interactuábamos con bases de datos, con el único problema que la tardanza en recibir los mensajes, reenviar las órdenes en algunas ocasiones se desarrollaba en horas. Como usuarios aun no habíamos adquirido la categoría de usuarios-clientes que inunda la red a partir del advenimiento del tiempo comercial en la Web.
Por entonces los problemas los solucionábamos agrupados en listas de discusión o bbs muy populares en la época, donde los problemas de usabilidad, nombre que por entonces nos era desconocido, se sustituía con una solidaridad implícita dado que todos padecíamos los mismos inconvenientes. Un caso ejemplificador de esta situación me ocurrió por Agosto de 1994, estando dictando clases en una Universidad de Costa Rica, y ante el regreso de los mails con el lapidario “Mail Delivery Service” , el webmaster de Costa Rica, se conecto via telnet con el responsable del nodo de la universidad de Buenos Aires, que ante el problema nos respondió que nos quedáramos tranquilos el llamaría por teléfono a la persona que estábamos intentando contactar, y le leería nuestros mail y ofreciéndose como puente nos escribiría de su cuenta. Esta situación muestra el carácter amateur y de aprendizaje con que nos movíamos por aquella época.
No se trata de construir una nostalgia de tiempos con déficit tecnológicos, sino todo lo contrario Son tiempos de brindar al usuario que cuenta con una tecnología infinitamente más poderosa que hace unos años soluciones comprensibles en su marco cognitivo-afectivo de uso. Cuando hablamos hace unos dias de esfuerzo indebido nos referiamos a que ya no es necesario que un usuario sufra por un diseño mal hecho o un sistema cuya interfaz no acompaña al sujeto.
1 Comments:
Es muy interesante el trabajo que estas haciendo de investigacion y de evaluacion del impacto tecnologico que sufrimos nosotros "los sujetos de la educacion".Dale para adelante, siempre sigo todo lo que haces.
Maria Florencia
(ex alumna tuya de la facultad de Psicologia de la Universidad de Buenos Aires ).
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